El almidón es uno de los Biopolímeros más abundantes en la naturaleza, extraído de fuentes como el maíz, la papa, el trigo y el arroz. Es un polímero completamente biodegradable, renovable y económico, y que puede ser modificado químicamente de acuerdo a las necesidades que la aplicación técnica demande.
Mientras que el Biopolímero quitosano es un polisacárido lineal derivado de la quitina, el segundo polisacárido más abundante en la naturaleza después de la celulosa y es el componente principal del exoesqueleto de los crustáceos, y se obtiene de subproductos de la industria pesquera.
Estos Biopolímeros, al ser mezclados con pequeñas cantidades de algunos otros aditivos, así como con polímeros sintéticos dan origen a nuevos materiales biodegradables que pueden ser una opción sustentable para la sustitución de los plásticos sintéticos actuales.