Este es un material que aumenta su velocidad de desintegración a través de múltiples etapas empleando aditivos químicos, con los que se inicia el proceso de degradación.
Estos aditivos se basan en catalizadores químicos que contienen metales de transición como el cobalto, el manganeso, el hierro…, entre otros, además de que en ciertos casos algunos de estos aditivos pueden ser de tipo orgánico.
El proceso de oxo-degradación se lleva a cabo en dos principales etapas: La primera etapa de descomposición puede iniciar con la ayuda de los rayos ultravioleta provenientes de la radiación solar, la cual provoca la oxidación química de las cadenas poliméricas de los plásticos. Y la segunda etapa, se ve promovida por mecanismos de tensión mecánica o degradándose por la oxidación de fragmentos plásticos de bajo peso molecular resultantes de la primera etapa, obteniendo con esto una biodegradación de los materiales.